Entre las anécdotas que marcaron su recorrido como lideresa recordó que, cuando dirigenta, junto a representantes de otras organizaciones, decidió asumir una medida de presión que paralizó el municipio de Colcapirhua, lo que obligó a las autoridades municipales de turno a entablar el diálogo, para resolver este conflicto fue citada a negociar. Supuso que las otras representantes fueron citadas pero no fue así y ya en el lugar se sintió intimidada y presionada para desistir de la medida, sin embargo, a pesar del miedo, ella no aceptó. “Este pequeño episodio me ha fortalecido, no debemos callarnos sino alzar la voz” indicó. Una vez que la familia de Noelia supo que el trabajo de cuidado debe ser compartido, empezó a organizarse y apoyarla, lo que se tradujo en oportunidades de realización para ella, como talleres, encuentros y cursos. “Aunque las cosas no han sido fáciles, mi familia ha comprendido que también necesito tiempo para mí” manifestó. En el contexto del COVID 19, Noelia demostró compromiso y dedicación al impulsar la iniciativa de colectar alimentos para las familias que fueron, duramente afectadas por la pandemia. Felizmente, recibió el apoyo y colaboración de sus vecinos, logrando así entregar paquetes de alimentos y productos a los más necesitados. “Mi frustración es no tener tiempo y perderme talleres, encuentros y cursos que desarrolla el IFFI”, manifestó, haciendo también referencia a las responsabilidades que tiene con su familia, “nos hemos dado modos de organizarnos y que el negocio que tenemos sea atendido por mi hija y por mí, pero, generalmente, en las mañanas es mi responsabilidad. Ni bien llega mi hija, ella se encarga de atender la tienda mientras yo puedo disponer de más tiempo para seguir aprendiendo”.